Miranda del Castañar está asentada sobre un saliente rocoso al que circundan los ríos Francia y San Benito; es fortaleza y atalaya en el corazón de la Sierra de Francia. Es una plaza fortificada con muralla y castillo. Recorrer su casco antiguo es viajar a su pasado medieval con casas de mampostería y madera características de la sierra: Además cuenta con una destacada herencia noble como se puede apreciar en la multitud de blasones que adornan las fachadas de muchas de sus viviendas
Miranda del Castañar está asentada sobre un saliente rocoso al que circundan los ríos Francia y San Benito; es fortaleza y atalaya en el corazón de la Sierra de Francia. Es una plaza fortificada con muralla y castillo. Recorrer su casco antiguo es viajar a su pasado medieval con casas de mampostería y madera características de la sierra: Además cuenta con una destacada herencia noble como se puede apreciar en la multitud de blasones que adornan las fachadas de muchas de sus viviendas
Miranda cuenta con varios títulos y reconocimientos dado su pasado y belleza arquitectónica. Fue declarado Conjunto Histórico Artístico, antecedente de la figura de Bien de Interés Cultural en la categoría de «Conjunto Histórico» el 8 de marzo de 1973 y cuenta con el título de uno de «Los Pueblos más Bonitos de España» desde 2017
También cabe reseñar que una de sus festividades dedicada a la Virgen de la Cuesta está declarada Fiesta de Interés Turístico Regional por parte de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León en 2017
La muralla de Miranda es un conjunto fortificado sin torres de carácter defensivo que en la actualidad ha convertido a esta localidad en una de las más atractivas para visitar dada su buena conservación.
Cuenta con un perímetro de 631 metros sin contar el Castillo y conserva sus cuatro puertas de acceso: Puerta de la Villa o de San Benito (norte), Puerta de Ntra Señora (poniente), Puerta del Postigo (sur) y la Puerta de San Ginés (junto al Castillo)
Si paseas por Miranda encontrarás rincones únicos en uno de los cascos históricos mejor conservados de España. La geometría de sus calles siguiendo una lógica de protección ante el clima frío del norte y las lluvias, diseñan unos espacios, con calles y callejones, de tejados y pasadizos que son “verdaderos pasillos domésticos” entre casas. La estructuras de sus calles, largas, estrechas, empinadas y muy próximas unas a otras recuerdan las antiguas juderías muy asentada en el urbanismo de las localidades de la Sierra de Francia y que hacen que resulten tan atractivas al visitante ya que remontan y rememoran épocas y tiempos pasados junto con una arquitectura muy peculiar y típica únicamente de esta zona sin olvidar la clara herencia que han dejado en este lugar árabes y judíos
En el diseño urbanístico de Miranda destaca un elemento arquitectónico único como son los pasadizos que se encuentran en distintos puntos de la localidad y que servían de vías de comunicación o unión entre diferentes calles. Hoy en día resultan uno de los reclamos turísticos más destacados e importantes de la villa. Se conservan en perfectas condiciones construidos con piedra y madera manteniendo el típico modelo de construcción serrana
El pasadizo junto a la Iglesia es uno de los más destacados porque por el él pasaba el «Paseo de Ronda» junto con el pasadizo junto a la muralla de la Puerta del Postigo o alguno más pequeño que se encuentra muy próximo a la Plaza Mayor
PLAN DE SOSTENIBILIDAD TURÍSTICA SIERRA DE FRANCIA